1. Economía Colaborativa

La Economía Colaborativa (sharing economy)es toda una moda y un cambio cultural, donde en vez de potenciar al cliente y consumo individuales, se potencia el consumo social o colaborativo… por ejemplo:

Airbnb (alojamiento compartido) y Uber (transporte compartido) son dos de los ejemplos más conocidos de plataformas de economía colaborativa, sin embargo, hoy en día ya existen plataformas que permiten encontrar desde choferes privados y tintorerías hasta empleados del hogar y cuidadores de mascotas. A través ellas, millones de usuarios alrededor del mundo pueden compartir e intercambiar bienes y servicios de toda clase.

De hecho, el compartir bienes y servicios con otras personas no es algo nuevo, pero si es algo que se ha potenciado en los medios digitales gracias a los perfiles de usuarios, valoraciones, comentarios y otras herramientas que reducen las barreras de desconfianza e incentivan a cada vez más personas a ser parte de esta tendencia.

2. Crowdsourcing

El término Crowdsourcing se compone de la conjunción de las palabras inglesas “crowd” (multitud) y “source” (fuente), y suele ser traducido al español como “tercerización masiva”.

El Crowdsourcing hace referencia a un nuevo modelo de negocio a través de Internet, por el cual un trabajo concreto, donde un producto o proyecto concreto no lo hace una sóla persona, sino una «multitud»

Uno de los ejemplos más destacados de Crowdsourcing es Wikipedia, la enciclopedia colaborativa en la que aportan contenidos millones de usuarios de Internet. De no haber sido por los mismos usuarios, hoy Wikipedia no sería la enciclopedia más grande jamás creada y no tendría la cantidad de información que podemos encontrar en ella.

Actualmente este modelo de negocios ha sido implementado con éxito por empresas como Threadless, una tienda online de camisetas personalizadas; Duolingo, una plataforma para aprender idiomas; 99designs, una plataforma de diseño gráfico; y Waze, la aplicación de tráfico y navegación más grande del mundo.

3. Shopping 2.0 o Compras Sociales

Inicialmente se pensaba que las redes sociales no eran adecuadas para vender, sin embargo, la evolución de las mismas ha permitido que estas sean imprescindibles dentro del comercio electrónico.

Por una parte, vemos que las webs y blogs tienen herramientas propias de las redes sociales (grupos, amigos, votaciones, opiniones, etc.) para generar confianza e impulsar el deseo de compra en sus clientes potenciales. Y, por otra parte, las mismas redes sociales han desarrollado nuevas herramientas que ya hacen posible realizar ventas dentro de ellas.

Ya desde las redes sociales es posible crear catálogos, geolocalizar negocios, lanzar promociones, crear listas de productos, etc. El siguiente gran paso, que probablemente veremos pronto, es la integración directa de pasarelas de pago, lo cual permitirá realizar compras sin necesidad de salir de la red social.

4. Cloud Computing o Computación en la Nube

La avalancha de móviles con acceso a Internet ha permitido el desarrollo de toda clase de aplicaciones y herramientas que nos ayuda a acceder y sincronizar nuestra información, desde el email hasta nuestros ficheros, fotos, etc…

Gracias al Cloud Computing las empresas pueden aumentar considerablemente su competitividad.

Así que los consumidores usamos estas aplicaciones en la nube y ellos suelen generar ingresos a través de planes en los que cobran según la cantidad de usuarios que se pueden crear, características técnicas, tiempo de uso, etc. Algunas otras funcionan bajo un modelo de publicidad.

Estas son algunas de las aplicaciones de Cloud Computing que hemos recomendado previamente: Dropbox, una herramienta de almacenamiento y gestión de archivos; Google Drive, para la gestión de archivos y documentos; Zoho CRM, para la gestión de clientes; Alegra, un software de gestión; y, Bitrix24, una suite de trabajo colaborativo.

pi (domicilios), Mensajeros Urbanos (envíos y encargos) y Hogaru (servicios para el hogar) son algunos ejemplos de este modelo de negocios.

5. Comparadores Online

Los comparadores online son webs que tienen como objetivo ayudar a los consumidores a tomar decisiones de compra de una manera más fácil, segura y eficiente.

Anteriormente, informarse para adquirir un producto o servicio podía tomar horas de visitar tiendas y de comparar precios y características manualmente. Luego, gracias a Internet, ya era cuestión de navegar en diferentes sitios web y buscar la información requerida antes de comprar. Pero, los comparadores online fueron un poco más allá y simplificaron el proceso para que solo nos tome algunos minutos tener toda la información relevante y presentada de una manera fácil de comparar.

Como ejemplo de este modelo de negocios podemos mencionar a Trivago (comparador de habitaciones de hotel), Rocket (comparador de tarjetas de crédito) y Despegar (comparador de tiquetes y paquetes de viaje).

Las maneras más comunes de rentabilizar estas plataformas de comparación es a través de publicidad o de comisiones por ventas referenciadas.

6. Suscripción

Las suscripciones no son algo nuevo, pero es interesante ver la cantidad de servicios que han cambiao con éxito de modelos de ventas individuales a modelos de suscripción online.

Uno de los ejemplos más representativos es Netflix, que reinventó por completo la manera de disfrutar series y películas desde casa. Antes de Netflix, la industria era dominada por Blockbuster y el servicio funcionaba bajo un modelo de alquiler, pero Netflix decidió probar cobrando a los usuarios una cuota mensual por derecho a disfrutar ilimitadamente de sus contenidos.

El modelo también está siendo probado en diferentes industrias como la de la alimentación, música, servicios profesionales, software, capacitación, etc.

7. Gamificación

Más que un modelo de negocios, es otra de las tendencias que están siendo implementadas con éxito en diferentes industrias como la educación, ecommerce y viajes.

La gamificación consiste en aplicar técnicas de videojuegos a diferentes ámbitos o actividades que realizan las personas en su vida diaria. Un gran ejemplo del potencial de la gamificación es Duolingo, una plataforma en la que aprender idiomas es fácil y divertido.

Otro interesante ejemplo es Booking, una plataforma online para reservar habitaciones de hotel en la que obtienes beneficios después de cierta cantidad de reservas.

Estas mecánicas en las que los usuarios obtienen recompensas a cambio de sus acciones, suelen incrementar los niveles de engagement y fidelización entre los consumidores y las marcas.