Desintoxicate de tu email durante una semana
Casi todo el mundo ya usa el email, y ya no solamente eso, sino que la mayoría del tiempo estamos recibiendo mensajes. Muchos de nosotros miramos bien el ordenador o bien el móvil para ver si «algo ha llegado», suponiendo todo esto constantes interrupciones.
Parece ser que la gestión de este tema es una de las tareas que más tiempo nos roba a muchos profesionales y usuarios y en general, y si pensáremos ¿que pasaría si no usaras tu email durante una semana?
Un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado ha querido comprobarlo. Trece de los empleados de ese organismo decidieron abandonar el correo electrónico durante toda una semana para ver que efectos tenía en su vida y en su salud
Parece ser que conseguir esto es casi un arte
Como todos tenemos móviles o estamos delante de una pantalla de una forma u otra, las notificaciones que llegan constantemente de los clientes de correo son una «fuente constante de estrés«, y una de las medidas claras que deberíamos seguir sería la de desactivar la aplicación de correo (o sus notificaciones) a pesar de «traicionarnos» a nosotros mismos, ya que lo primero que hacemos es precisamente activarlas, dejando esa cultura que hemos creado en la que nos sentimos mal por no parecer que siempre estamos disponibles para contestar.
En una encuesta reciente se reveló que como ejemplo, los empleados americanos invierten nada menos que 6,3 horas al día en gestionar su correo: 3,2 horas eran para correo del trabajo y 3,1 para mensajes personales, me imagino que esto será extrapolable a casi cualquier zona en el mundo.
Otros experimentos en este sentido han demostrado que prestar esta atención constante al correo electrónico «incrementa el estrés sin incrementar la eficiencia».
Es decir que en el tema del email, menos es más«.
Menos estrés y menos distracciones
También se midió la frecuencia cardíaca a los parcipantes del experimento y todos se colocaron sistemas que de medición a lo largo de todo el día y también se situaron sensores que medían el tiempo que invertían en una tarea antes de ser interrumpidos por el email, cuántas veces se movían de un lado a otro, o el tiempo que mantenían su atención en la pantalla en una sesión de trabajo en el ordenador, etc…
El resultado de abandonar el correo electrónico mostraba que la mayoría de la gente se levantaban con más frecuencia de sus sillas para resolver cuestiones cara a cara.
Así que la llegada de un mensaje de correo electrónico hace que uno cambie de contexto rápidamente y casi «se sienta obligado» a contestarlo para no parecer que no está trabajando o que no tiene «espíritu de equipo».
¿Es posible salir de esto?
Aunque claramente el correo electrónico es vital para comunicarse hoy en día, los implicados en el experimento no notaron un perjuicio a su actividad por atender a las personas en ese momento, pero también se observó la forma en la que la gente se enfrentaban a un buzón lleno de mensajes tras esa inactividad.
Pero lo más curioso es que después la forma que gestionaban ese correo electrónico hizo que la gestión de esos mensajes fuera rápida y eficiente ya que podían contestar a muchos mensajes de una vez y también tener claro que contestar en cada caso y lo más importante.
En resumen que muchas veces el email no es tan urgente como al principio pudiese parecer y que la salud también es importante.
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