El correo electrónico es un gran invento, pero como todo invento tiene su parte buena y su parte mala. La buena todos la conocemos, la mala es que si nos descuidamos acabamos mirando el correo y respondiendo mensajes cada 15 minutos. Es decir, hemos de acabar con el uso reiterado a lo largo del día del correo. Con los smartphones y las tablets ha empeorado si cabe ese efecto negativo de mirar el correo cada dos por tres ya que ahora lo tenemos accesible a cualquier momento y en cualquier lugar. Aquí van algunos consejos para lidiar con ese efecto negativo del correo electrónico.
- Limpia tu bandeja de entrada de basura. ¿Demasiados mensajes en tu bandeja de entrada irrelevantes o poco relacionados con tus intereses? Haz limpieza. Borra tus suscripciones a newsletters que ya no te aportan nada (los emails de las newsletter por ley deben contener una opción para borrarte). Puedes mover a un remitente que sólo hace que mandar tonterías a “correo no deseado”. Incluso puedes bloquear remitentes para evitar que te manden su basura o correo no deseado (cada servicio de correo electrónico tiene su opción para ello).
- Echa abajo tu cuenta de correo electrónico. Si la carga de emails que recibes te supera puedes cerrar tu cuenta, abrir una nueva y empezar de 0. Esta vez sí con más cuidado a la hora de pasar tu cuenta de email a otros o de suscribirte a newsletters de poco interés.
- Responde los emails con no más de 5 líneas. Es difícil lo sé. Yo mismo soy de los que suele poner parrafadas en las respuestas, pero es algo que ya no me puedo permitir. Cada vez recibo más consultas y mensajes varios y si quiero responderlas todas (todas las que merecen respuesta) tengo que limitar mis respuestas a pocas líneas. Lo bueno: te fuerza a condensar lo más importante de tu respuesta y evitas dar demasiadas vueltas a lo mismo. Pruébalo tú también.
- Limita tu número diario de emails enviados. Una buena forma de limitar tu tiempo mandando emails es limitando la cantidad de estos que puedes mandar en un día. De 5 a 10 es un buen número donde poner el límite.
- Consulta tu email no más de una o dos veces al día. Yo tengo un problema con esto. Pero pienso que si el asunto fuera urgente no me lo mandarían por email sino que me llamarían. Como en mi bandeja de entrada no hay asuntos urgentes sino que todo puede esperar un día, dos o indefinidamente, lo miro intento mirar sólo por la noche, aunque es dificil. Otra opción sería mirarlo cada día dos veces, una a media mañana y otra por la noche. La cuestión es evitar el consultar el correo demasiadas veces a lo largo del día, pues de poco sirve y corta nuestro flujo de trabajo.